Tarde toda de verdes y vencejos

Tarde toda de verdes y vencejos
sin fondo de cartón, sin bambalinas.
Entre el túnel azul y las trincheras
tú: blanca, brillante, gran haz de espejos.

En el aire el aroma de maderas
vivientes. Invisible, entre los átomos,
me rozas levemente cada poro
y emprendo el dulce vuelo del soñar.

Amor de tarde sola, toda tarde
durada de color e insinuaciones
al éxtasis, a ti, la maravilla.

Amor en clave. Sólo para mí
significando amor en cada hoja.
Esfera tú. Silente, verdiazul.

(JUNIO - 1980)


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