A caballo entre la nada y el grito
A caballo entre la nada y el grito
puja la sombra madurada y ciega.
Vuela el amor en sangre amanecida,
amanece la sangre enamorada.
Quiero cantar tu vuelo inaprendido,
eterna primavera en carne intacta;
el mínimo resquicio, amor, transido
de lágrima, de ti, de mí, de nada.
Si un grito me ofreció al vacío inmenso
sin amarras, sin funda, irreversible,
el tuyo me inmuniza y me recicla.
Y si esta débil alma en carne viva
hoy renace a tu frágil primavera
ya nada podrá el tiempo contra el alma.
(4 DE DICIEMBRE DE 1988)
1 comentario:
Una maravilla para el alma.
Un saludo
Regina
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