domingo, 21 de enero de 2007

Intenciones, propósitos


Hace falta osadía en estos tiempos para ofrecer un espacio público a poemillas sin pretensiones. Lo hago porque ellos mismos, poemillas arrinconados, se quejan de la oscuridad del papel encarpetado, inerte.
Lo hago también porque creo que la sensibilidad merece un espacio en esto que se ha dado en llamar conocimiento compartido. Confío en que haya una persona al menos entre tanto navegante ávido que encuentre una palabra, una expresión, un silencio, lo que sea, que le haga vibrar por un instante. Con eso estará justificado el atrevimiento.
Sin más preámbulos, espero ser lo bastante disciplinado como ir publicando con regularidad semanal como mínimo.

2 comentarios:

Inma dijo...

Gracias por tus poemas.
El soneto me ha encantado. Igual es que estoy desfasada y abundan por doquier, pero tengo la sensación de que los sonetos no están de moda ¿Por qué será que una composición tan perfecta, tan redonda, tan trabada está en desuso?
Será, quizás, lo que a mi me ocurre: que empiezo y empiezo cosas diferentes, salto de aquí para allá pero no remato nada o casi nada.

felixanta dijo...

Gracias, Inma, por tu aprecio. Esto acaba de empezar y yo me decía que con una persona que leyera un día uno de estos poemillas ya estaría justificada la iniciativa.
Buen tema el del soneto. Yo, la verdad, hace tiempo que no soy militante ni antinada en la expresión personal. Me da que se trata de ritmos mentales que tienen más que ver con estados anímicos o emocionales que con decisiones racionales previas sobre formas a utilizar. Así lo entendía allá por los años 80 y así sigo entendiéndolo. No me refiero a los escritores profesionales, o con claro afán de estilo, por supuesto.