Te he visto poseída

Te he visto poseída del labio hasta la planta
inmersa en el misterio de un constante fluir
azul, verdeazulado, sereno, indefinible,
inmenso, irreversible, sin principio ni fin.

El invencible ardor del flamante mediodía
pone brillo y deseo en tu piel inexperta;
te levantas airosa, recoges el pelo,
y te entregas dichosa en los brazos inmensos.

Ajetreo de remos, de velas y espuma,
armonía total en la cima del gozo,
toda tú confundida, radiante, amarilla.

Es la hora del ansia, del uno, de la dicha,
momento de la entrega confiada, feliz,
esencial dinamismo del centro de la vida.
(JUNIO - 1984)

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Ya llega la blanca luna

Ya llega la blanca luna
por el cerro del poeta.
El sol, en pijama rosa,
hecho una bola se aleja.

Viene a traer un puñado
de calma a la vieja tierra
escocida e imprudente,
todavía no morena.

¿Por qué cuando yo me alejo
vestido de rabia vieja
tú te acercas y me besas?

Esta noche ya los dos,
moros de luna morena,
podemos buscar estrellas.
(JUNIO - 1984)

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Yo soy el amor

Yo soy el amor y vengo
de tierras de fantasía
ligero, a lomos del viento
entre la noche y el día.

cada día, cada noche,
recorro airoso y sereno
cuellos de seda y de sueño
y pechos de plata y bronce.

¿Que cómo soy? Amarillo
como la tarde de mayo
entre la rosa y el lirio.

¿Que cuándo nací? En un sueño.
No hay archivos en el tiempo
para registrar mi nombre.
(OCTUBRE - 1983)


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Como toros heridos

Como toros heridos en el asta
hambrientos instrumentos de metal
recortan el color de la pupila
y ahogan la angustia en el vientre.

¿A qué suponer una vena en puñal,
borbotones de rojo resignados,
elevar al vacío negras alas,
dormirse a plena luz en el infierno?

No cambiarás mi mano por la nada,
descubrirás el hueco de tu frente,
carne de tiempo entre el azul y el negro.

Dioses de papel o brujas de trapo
velan tu desvelo. Alerta el arma,
la cuerda tensa, ¿dónde caerás?
(OCTUBRE - 1983)

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Me pides un poema

Me pides un poema, un canto entero,
un respiro de luz, un suspiro de viento;
una nube de risa pacífica, huidiza,
un suave martilleo de gotas en cristal.

Me pides el llanto, el miedo, la esperanza,
la decepción, la entrega, el cariño, la pena,
la ausencia, la alegría, la dicha, los suspiros,
el hambre, la tristeza, la sed y la razón...

Me pides una infancia hilada en papel blanco,
me pides quince años de frágil corazón,
la plenitud pletórica sin sombra de fatiga.

La decadencia lenta, serena, irreversible...
me pides una bola de cristal hecha mundo,
palabra, silencio, vacío, ¡poema!
(3 DE DICIEMBRE DE 1983)


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