Desde el aire te miro y no me entiendo

Desde el aire te miro y no me entiendo
serpiente líquida, pausada, densa...
me silbas al oído en la hora tibia,
me incitas a fundirme en la marea.
En tu seno navego el valle eterno
salpicado de remos y de velas,
en viaje inexorable hacia el origen
verdeazul de bonanzas y galernas.
El cielo, el agua, la pasión, el muro,
el puente intemporal de la memoria
del hogar a la red, al mundo oscuro.
Hoy sabes como siempre a sal y a sueño,
a cariño inasible por exceso,
y a muda soledad por compañía.

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