sábado, 15 de marzo de 2008

A caballo entre la nada y el grito

A caballo entre la nada y el grito
puja la sombra madurada y ciega.
Vuela el amor en sangre amanecida,
amanece la sangre enamorada.

Quiero cantar tu vuelo inaprendido,
eterna primavera en carne intacta;
el mínimo resquicio, amor, transido
de lágrima, de ti, de mí, de nada.

Si un grito me ofreció al vacío inmenso
sin amarras, sin funda, irreversible,
el tuyo me inmuniza y me recicla.

Y si esta débil alma en carne viva
hoy renace a tu frágil primavera
ya nada podrá el tiempo contra el alma.
(4 DE DICIEMBRE DE 1988)

1 comentario:

pennylanebcn dijo...

Una maravilla para el alma.

Un saludo

Regina